domingo, 27 de mayo de 2007

Recuerdo

En la mesilla, al lado del sillón de orejas, una tetera de porcelana humeaba. La planta poco crecida estaba a su lado, con el tiesto de cerámica; reflejaba la luz igual que en su dibujo. Unos tímidos pasos sonaron en el pasillo vacío, y luego la puerta de entrada. Una voz grave inundó la casa, chocando contra el asustado murmullo femenino. Algo cayó al suelo. En la mesilla, la pluma goteaba tinta y el té se enfriaba. El dibujo quedó sin terminar, cubierto por las hojas secas de la planta muerta.

1 comentario:

:chemalera: dijo...

La primera vez que lo leí, me costó entenderlo, pero aprecié su belleza. Esta vez me he estremecido, tanto por la pintura de la descripción con palabras como por la hondura de la historia. Enhorabuena.